Me duele cuando veo que estas mal.
Me duele cuando te veo llorar.
Me duelen cada una de tus lágrimas
Me duele el sufrimiento de tu alma.
No puedo soportar verte triste,
El dolor de tu sonrisa me duele.
«Y no quiero que tu dulce tristeza,
Como la del paisaje que muere,
Quiebre tus voces y deshaga
Tus sueños para siempre.»
Porque tus sueños son eternos.
Porque están ahí para que los cumplas.
Porque no quiero que nadie los destruya.
Porque no quiero que no los persigas.
Y no me pienso rendir.
Y no pienso dejar que te rindas.
Porque quiero que sepas de una vez
Que siempre en mi tendrás, una amiga




DESPERTAR LORQUIANO

“Hace un instante”, en esta “Cuidad sin sueño”
Empecé a escribir y surgió este “Palimpsesto”.
Quise hablar de “La gran tristeza” que sufres tú.
Pero no quise escribirte una “Balada triste”.
Tú, “La niña de mis lágrimas”, la del “Alma ausente”,
No te mires en “El espejo engañoso” del “Deseo”.
Tras tu “huída” “De la Terrible presencia”,
Del “Eco del reloj”, de la “Canción para la luna”,
De “La voz del pueblo”. ¡Intenta encontrar
“La elegía del silencio”!
“Si mis manos pudieran deshojar”
“La encrucijada de las sonrisas”.
Si pudiera llevarte a un “Rincón del cielo”
Y apartar “La sombra de tu alma”…
“Sueño” que no te mires en “El gran espejo”
Que no te dejes consumir por “El reflejo”.
Ya que en estos “Cantos nuevos”, te “Recuerdo”,
“El poeta dice la verdad”.